La Restauración: de Alfonso XII a la crisis del 98 (I)
- Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas.
- Especifica las características esenciales de la Constitución de 1876.
- Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego.
1-
1. Sistema bipartidista:
Los partidos políticos debían ser un instrumento al
servicio de la monarquía. Para ello era necesario formar nuevos
partidos que superaran la etapa del Sexenio y formasen un muro de
contención frente a los radicalismos republicanos y los carlistas
2. El “turnismo o turno pacífico”.
En este elemento se plasma el sistema bipartidista,
constituyendo uno de los rasgos esenciales del periodo de la
Restauración. La práctica del turnismo se lograba mediante la
manipulación electoral (pucherazo), es decir, mediante el falseamiento
de los resultados electorales2- .- La soberanía compartida rey - Cortes. La Corona regulaba los tres poderes, como directora y moderadora de la vida política.
b.- El derecho al sufragio se
dejaba pendiente al no precisar el sistema de votación: censitario o
universal masculino, este último se legisló en 1890.
c.- La regulación de los derechos
de los ciudadanos se dejaba en manos de los gobiernos de turno. De
estos, el más controvertido fue la libertad religiosa.
3-
El nacionalismo catalán.
En el origen del nacionalismo catalán convivía un doble sentimiento
colectivo, español y catalán, no exento de conflictos. Así, frente
a la concepción de la nación canovista, uniforme, la política
catalana elaboró dos modelos alternativos de catalanidad: el
republicanismo federal catalán y, otro, de carácter conservador que
defendía una Cataluña singular en una España plural (Unión
Catalanista 1891; Lliga Regionalista 1901).
El nacionalismo vasco
surgió de dos hechos: la guerra carlista y la industrialización.
La cuestión foral fue uno de los ejes de confrontación entre el
Estado liberal y las provincias vascas. En 1895 se funda en la
clandestinidad, por el anteriormente carlista, Sabino Arana, el
Partido Nacionalista Vasco.
El regionalismo gallego,
como el resto de los nacionalismos o regionalismos periféricos, tuvo
poca implantación, hasta que en 1890 se creó la Asociación
Regionalista Gallega de Santiago, aunque su actividad política no
comenzó hasta el siglo XX.
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